sábado, 26 de marzo de 2011

UN TSUNAMI DE PRENSA AMARILLA

Por mi origen familiar, este tema me toca muy de cerca -mas allá de que ninguno de mis parientes o amigos se vea afectado de manera directa. Y la verdad es que es notable cómo se ha manipulado de la información, para crear un pronunciado clima de intranquilidad con títulos como "Apocalipsis" o comparando el tema con Chernobyl.


¿Campaña? Probablemente, con intereses en juego que afectan a cotizaciones de bolsa, precios de productos y pronósticos financieros (Warren Buffet, conocido inversionista de Wall Street predijo la suba de las acciones de las empresas japonesas en los mercados bursátiles, como señal ante el probable enfriamiento de la central de Fukushima, que "casualmente" se dió)




Pero para tener una medida mas precisa de lo que sucede, va un testimonio directo y con el punto de vista de un argentino desde el lugar de los hechos, el de Rodolfo Barilli de Telefé Noticias: 



Mas allá de algunas llamadas telefónicas para confirmar que en otras regiones del Japón la vida continuaba -con preocupación, pero continuaba- es innegable el inmenso problema y una situación crítica que va a afectar por mucho tiempo al país, pero lejos está de una "cuenta regresiva" como si fuera una bomba atómica a punto de estallar y liquidar todo lo existente.


Como conclusión (parcial), los invito a leer el blog de Alberto Silva, del quien cito: "En esta historia, el amarillo no es el japonés sino el periodista blanco que prejuiciosamente lo mira."

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