domingo, 29 de marzo de 2009

SEÑALES (DE INTERROGACIÓN)

La señalización urbana de Buenos Aires ha sido un modelo de orientación muy famoso e imitado desde el principio de los años 70, gracias al Plan desarrollado por el equipo de diseñadores encabezados por Guillermo González Ruiz y Ronald Shakespear. Uno de los proyectos mas importantes en la historia del diseño local, por la escala y complejidad, incluía sistemas y subsistemas diversos como la nomenclatura de las calles, las paradas de colectivos, las señales de tránsito, etc.

Entre sus virtudes podemos nombrar: separar los carteles de los muros respetando el trazado urbano de cuadrícula, generar señales autónomas de gran visibilidad e incluir la altura de la calle para permitir una rápida ubicación del transeúnte.

Podemos ver el impacto del diseño comparando este sistema con las señales previas (de estilo europeo), que aún quedan en la ciudad y verificar la mejora en la calidad de la información.

En aquellos carteles no había sistematización rigurosa o una disposición uniforme, a veces iba en una línea o en dos:

Cuando el nombre de la calle tenía cierta cantidad de letras, todo funcionaba bien, pero cuando era largo se comprimía hasta que entrara en la placa, a veces hasta hacerlo casi ilegible.


Posteriormente, en la intendencia de Carlos Grosso, a las señales se le agrega una banda publicitaria, lo que desvirtúa el sentido de servicio de información -en la opinión de Raúl Shakespear (1)- , al agregarle la comunicación comercial. De todas formas, la vigencia de este sistema es prueba de que el diseño fue exitoso, cumpliendo con los requerimientos y los objetivos funcionales.

Sin embargo, ha crecido y ha tenido sus desviaciones, algunas graciosas y otras no tanto. Veamos algunas situaciones particulares que tienen como protagonistas a estas señales.

Una calle que se corta sola (consigo mismo)


Mientras que en algunos barrios las indicaciones escasean, en algunos (mas prósperos), sobran...Testigos de 3 épocas distintas, 3 sistemas distintos de señalización.


En otros casos, uno se pregunta para qué otra señal encima de la existente (siendo prácticamente iguales). ¿porque no lo vieron o por exceso de presupuesto?


Para terminar un tema de redacción: que la parada de colectivos se llame “zona de detención”, no suena muy bien si se piensa qué significa “estar detenido” (en la Argentina, al menos)


(1) La Nación, Domingo 21 de noviembre de 2004, Cartas de lectores

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